lunes, 27 de septiembre de 2010

La última colaboradora

Hola, me llamo Davinia Rostoll y soy licenciada en Ciencias Ambientales. La semana del 13 al 17 de septiembre participé en la actividad de voluntariado de avistamiento de delfines del parque natural de la “Serra Gelada i el seu entorn litoral”. Fue un día muy esperado, ya que han sido varias las ocasiones en que he salido por las inmediaciones del parque y de la isla de Benidorm, pero nunca había tenido la suerte de ver delfines.


En primer lugar dimos un rodeo a la zona marítima del parque, donde tuve la oportunidad de contemplar la parte trasera de la isla desde la embarcación y la belleza de la sierra una vez más. Cuando nos dirigíamos de nuevo al puerto de Altea, para reponer combustible, me pareció ver algo moverse cerca de una de las jaulas de la piscifactoría, de modo que exclamé:- ¡lo he visto!. Después de unos largos 10 minutos a la espera de otra señal de vida, cuando ya pensaba que la imaginación me había gastado una mala pasada confundiendo una de las boyas de color gris con el animal, vimos un pequeño “géiser” en la zona del avistamiento, y sí, la respiración delató al individuo, así que en efecto había por lo menos un delfín y no tenía muchas ganas de dejarse ver. Nos quedamos un rato esperando verlo de nuevo y para nuestra sorpresa no era uno, sino cuatro ejemplares adultos de Delfín Mular, probablemente machos y en búsqueda de alimento. Fue en ese momento cuando llamé al número de atención gratuita de la RAD y me di por satisfecha, por fin había visto delfines en su estado natural. Estuvimos un rato tomando fotografías, para la posterior identificación de los individuos, y una vez que dejamos de ver aletas en el horizonte nos fuimos a almorzar.


La verdad es que ha sido una muy buena experiencia, ya no sólo por el avistamiento sino por el hecho de compartir una mañana con los compañeros de la brigada y aprender cosas nuevas, como las curiosas “pesqueras de cingle” y todo ello acompañado de la brisa marina y el salitre. Desde aquí quería agradecer al personal del parque su atención prestada, no sólo en esta actividad sino en jornadas y otros voluntariados en los que he tenido el placer de participar.



Davinia Rostoll colaboradora en el proyecto de Fotoidentificación del Parc Natural

jueves, 23 de septiembre de 2010

Avistamiento Nocturno

Nos da, aviso Raúl Blanco, de la Cruz Roja del Mar, de la observación nocturna a cinco millas de la costa de Altea, de unos cetáceos de unos 7 m de largo, nadando en dirección sur, que quizás pudieran ser calderones.

Un saludo, Juan Guillén.

viernes, 17 de septiembre de 2010

Seguimiento de un grupo de delfines

Pere LLinares, voluntario del Parc Natural de Serra Gelada, nos comunica el seguimiento de un grupo de 12 delfines mulares desde la piscifactoría de Basademar hasta la Isla de Benidorm, durante unas 2 horas.

¡Buen trabajo!
Saludos, Juan Guillén.

martes, 14 de septiembre de 2010

Nuevo avistamiento

Hola, recibido mensaje de Davinia, voluntaria del Parc Natural de Serra Gelada, el 14 de septiembre de 2010 a las 10:30, sobre el avistamiento de un grupo de 4 delfines mulares a las 10:30 alrededor de la Piscifactoría de Basademar.

Saludos, Juan Guillén.

Nuevas notificaciones de Avistamientos

En estos días se han recogido los siguientes avisos sobre delfines en el Parque Natural:
  • El 26 de agosto, Miriam voluntaria del Parc Natural, observó un grupo de 6 delfines mulares entorno a la piscifactoría de Basademar, a las 9:48 de la mañana.
  • El 29 de agosto, Manuel Muñoz Pozo, nos indica la visualización de un grupo indeterminado de delfines entorno a la Isla de Benidorm.
  • El 3 de septiembre, Berta, voluntaria del Parc Natural, avista un grupo de 12 delfines mulares, a las 12:00 horas en las cercanías de la piscifactoría de Balmar.
  • El 12 de septiembre, Manolico, Vicent y Santa, nos indican la observación de un grupo de 10 delfines a unos 200 n de la Punta Llisera (hacia la playa de Levante).

Saludos, Juan Guillén.

martes, 7 de septiembre de 2010

La riqueza del Parque de Serra Gelada

¿Qué puedo decir del voluntariado en el Parque Natural de Serra Gelada? Conocía el parque y conocía la existencia de delfines en la zona, pero cuando finalmente me llamaron para colaborar en el proyecto esto quedó en segundo plano y sólo pude pensar en la posibilidad de ver a estos animales en su medio.



¡Ya se sabe!, con los cetáceos es una lotería... que los trabajadores del parque te digan que llevan tres días seguidos viendo un grupo de delfines mulares (Tursiops truncatus) no implica que cuando vayas los puedas ver. Y la verdad, nada indicaba que ese día fuera una excepción.

A las 8:30 h. salimos del puerto de Altea rumbo a la piscifactoría de la misma localidad. Dicen que es más fácil ver delfines a primeras horas de la mañana o bien a últimas. En nuestro caso, no vimos nada, los animales brillaron por su ausencia. Así que nos dispusimos a realizar un viaje por mar por todo el perímetro del parque: la Serra Gelada, con sus 400 m. sobre el nivel del mar, la Illa de Benidorm, la Bahía d'Altea y sus impresionantes fondos (el agua está tan clara que puedes ver cada una de las hojas de la pradera de Posidonia oceanica en su fondo)...

Pero para mi, lo que resultó más impresionante fue todo el frente sur del Morro de Toix. Este pequeño cabo tiene unos acantilados prácticamente verticales donde aparecen formas bulbosas como si un niño gigante hubiera estado haciendo montañas de arena de playa... y en los lugares más insospechados aparecen les Pesqueres de Cingle (pesqueras de risco) lugares del acantilado, de acceso muy complicado, dónde antiguamente bajaban a pescar los propietarios de las mismas. Dicho así casi no llama la atención, pero poder ver los restos de los abrigos, plataformas y sobre todo, las escaleras metálicas colgadas literalmente del vació ¡os aseguro que llama la atención!

Después de disfrutar por mar de toda esta maravilla natural diré que si, que me tocó la lotería y a las 12 h. de vuelta otra vez por la piscifactoría de Altea ¡¡tuvimos la suerte de ver un grupo de mulares!! y no fueron dos ni tres... contamos hasta 12 aletas asomadas fuera del agua a la vez. ¿Cuantos animales más estarían en ese momento bajo el agua?.





Los delfines estuvieron casi una hora de reloj por la zona, y durante todo este tiempo pudimos realizar fotografías que, con suerte, podrán servir para identificar a los diferentes individuos del grupo y conocer sus patrones de movimiento. Lo mejor de este rato fue el ver dos pequeñas crías nadando entre los adultos y sobre todo ver cómo algunos de ellos jugaron en la proa del barco mientras nos observaban desde el agua, pasando por debajo de nosotros y emergiendo a respirar con ese sonido tan característico.

Así que muchas gracias a todo el equipo del parque por permitirme colaborar en este proyecto, a los hados del clima que nos dieron un día soleado y de mar tranquila para poder salir y al patrón y al marinero de la embarcación del parc natural por hacerme tan agradable el día. ¡¡Un saludo!!.



Berta Alzaga Baixaulí

jueves, 2 de septiembre de 2010

"Un sueño hecho realidad"

¿Quién me iba a decir que terminaría subida en una lancha motora saltando olas y buscando delfines?.

Nunca había montado en barco, nunca había estado en Benidorm y nunca antes había visto delfines salvajes. Pero gracias al equipo del Parque Natural de Serra Gelada, mi sueño se hizo realidad.

El lunes 23 de agosto fui a la oficina para que me explicaran en qué consistía el voluntariado y al día siguiente ya estaba con la brigada en mi primer recorrido por el parque.

Me trasladé en el tiempo al ver las dunas fósiles y los estratos rocosos, tan perfectos como un libro de historia abierto. Las cuevas y rocas, de formas caprichosas, daban nombre a algunas de las zonas más características ¿Quién no reconocería la Cueva del Elefante?. Cerca de Altea, muchas de estas formaciones kársticas eran usadas por los pescadores para sujetar sus escalas. Me daban vértigo sólo con verlas.

Pude disfrutar de la sensación de libertad al ir en el barco, con el viento de cara y el horizonte perdido en el mar. Los parajes singulares de Serra Gelada, con sus acantilados y aguas cristalinas, con las praderas de Posidonia bajo el mar y los cormoranes sobrevolando las olas. Maravilloso. La isla de Benidorm, con más turistas que gaviotas, ponía el broche final frente a los rascacielos que se alzaban en la costa.

El jueves sucedió el momento más esperado; avistamos un grupo de unos seis delfines mulares. Venían desde levante y pasaron junto a nosotros a toda velocidad en dirección a la piscifactoría de Altea. Allí nos despistaron y ya no los volvimos a ver. Fue todo tan rápido que no pudimos sacar fotos.

Todavía tengo en mi memoria sus aletas por encima de las olas, dando saltos y haciendo surcos de espuma en el agua. Difícilmente se puede olvidar algo así. Esa misma mañana me tenía reservada un par de sorpresas más; el repentino salto de un pez espada y unos halcones peregrinos recortados contra el cielo. ¿Qué más podía pedir? Encontrarme al día siguiente con otro pez espada que saltó a modo de despedida, dejando tras de sí una estela de agua.



El viernes fue mi último recorrido así que aproveché para disfrutar del paisaje y del mar una vez más. El olor de la sal, el viento que me hacía entrecerrar los ojos, el ruido del motor, las gaviotas flotando sobre las olas como pequeñas barcas, los oblones y las castañuelas comiendo migajas del almuerzo, esos cafés en el Arizona…

Santa, los Antonios, Pere, Fernando, Daniel y Jose Luis, gracias por responder a todas mis dudas y preguntas, por explicar tan bien las cosas, por haber hecho que me sintiera como en casa. Gracias.



Miriam Jiménez Iriarte